Estas palabras famosas se atribuyen a Hipócrates, el padre de la medicina moderna. Aunque quizás no usara estas mismas palabras, él ciertamente personificó la filosofía que exponen estas palabras–lo que hace un doctor bueno. Primeramente no debe hacer daño a la persona a quien está tratando de ayudar. Lo mismo es verdad, por supuesto, en cuánto a predicadores y maestros del Evangelio. Lo que sea que hagamos, primeramente no debemos de hacer daño a los que estamos tratando
Page 17